¿UNA NUEVA manifestación religiosa en defensa de ciertos símbolos, un besamanos en honor del santo o la virgen del lugar? No, no. Las fotos recogen las colas que se formaron ayer, en Mérida, para adorar un nuevo becerro de oro: La copa del mundo de fútbol. Previamente había sido recibida con todos los honores por las autoridades locales, noticia de la que los medios informativos regionales se han hecho eco. No es para menos.
Actualización (25-11-2010)
La foto, tomada ayer, tiene un pie tan, tan fácil, que no lo pongo. Se lo dejo al lector.
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