El director de La Razón explica de forma muy didáctica por qué la gente se ha escandalizado con lo del elefante y el rey: Un elefante no es una perdiz. ¡Qué nota, el tío!
Nos va quedando, lamentablemente, poca capacidad de asombro. Sin embargo, todavía se encuentra uno con cosas ante las que hay que frotarse los ojos. Pondré algunas de ellas aquí.
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